lunes, 31 de mayo de 2010

En nombre del Amor

Voy a escribir algo, que con seguridad va a molestar a muchos,
pero que cuando se los explique les va a molestar más,
y es que a veces cuidamos más lo SEGURO que TENEMOS,
que lo INSEGURO.

Me explico : muchas veces digo, no cuides tanto a tu familia,
cuida a tu PAREJA
y la gente se sorprende !!

-Pero cómo que no voy a cuidar a mi familia?
Es MI FAMILIA!!

A tu familia no la tienes que cuidar.Es tu familia.
TU FAMILIA, está SEGURA, nunca se pierde.

¿Ustedes han oído decir a alguien “allí va mi ex hijo,
allí va mi ex padre”?

No, ¿verdad?.

Pero han oído mucho, “allí va mi ex pareja”.

Entre los padres, los hijos, los hermanos,los abuelos,
los tíos, los primos … la familia es lo más seguro que
se tiene, no hay ex.

Ellos están allí y por muchos años que duren sin verse,
por mucho tiempo que tarden en escribirse ellos están allí.

Usted no puede decir; “aquella señora que va pasando
por allí, fué mi madre por 25 años”…
Su madre está allí, ella está segura.

Es más, les voy a décir otra cosa,… de todos los amores;
de todos los lazos, de todos los puentes, el amor más
débil que existe es el de PAREJA.

En una pareja no hay consanguinidad.
Por eso hay que darlo TODO, para formarse algo.

Tener una pareja es como cuidar una flor.

Si una flor no se riega, se muere, y si se riega mucho también.
Hay que ser un artista para cuidar una flor.

Por eso, el amor de padre, de madre y de hijo es como
tener un cactus, nadie lo riega, pero esta ahí.

Eso que llamamos AMOR ETERNO, se da en papá, en mamá,
en un hijo y en amigos, que también pueden llegar a ser un
amor eterno; es decir un amor sin condición.

Pero el AMOR en una PAREJA es un AMOR DIARIO,
que tiene que cuidarse TODOS LOS DIAS.

Tengo un hermano en los Estados Unidos, que se fué hace más
de ocho años, y duramos ese tiempo sin vernos.
Siempre sabía de él, por nuestra madre o por el internet,
y cuando regresó, lo fuí a buscar al aeropuerto,
y al darnos el abrazo fué tan fuerte que lloramos de emoción.
Allí estábamos.

Pero vete lejos de tu pareja diez años … haber que encuentras.

Por eso EL AMOR DE PAREJA, es AMOR de todos los DIAS.

Yo puedo hablar con mis padres cada semana, una vez al mes …

Pero si tuviera pareja, la estuviera llamando a cada momento.
Y no es que sea bueno o no.

Es que el AMOR es así.

Por ejemplo, yo comparo el AMOR de aquellas parejas que
por alguna circunstancia del destino, tienen un hijo discapacitado.
No es que no quieran a los otros hijos, ellos están seguros.

De aquél hijo tienen que estar más pendientes,por que no se
puede valer por sus propios medios, se puede caer,
a lo mejor no come solo…
En cambio los otros están bien, los quieren y saben que están ahí.

Si tengo una pareja, ese es el AMOR discapacitado.

De ese tengo que estar más pendiente porque necesita más.

El amor de los padres es independiente.

El AMOR de PAREJA es dependiente.
Ella depende de mí y yo dependo de ella.

Estamos unidos “hasta que la muerte nos separe”,
pero EL AMOR que nos debemos es como el amor de un
hijo discapacitado.

Hay que ponerle más atención, cuidarlo y cultivarlo Diario.

Por eso es más importante cuidar lo Inseguro que lo Seguro.

martes, 25 de mayo de 2010

Educación

Hay que llamarlos varias veces en la mañana para llevarlos a
la escuela.

Se levantan irritados, pues se acuestan muy tarde hablando por
teléfono, viendo tele o conectados al internet.

No se ocupan de que su ropa esté limpia y mucho menos ponen
un dedo en nada que tenga que ver con 'arreglar algo en el hogar'.

Idolatran a sus amigos y viven poniéndoles 'defectos' a sus
padres, a los cuales acusan a diario de que 'están rucos'.

No hay quien les hable de ideologías, de moral y de buenas
costumbres, pues consideran que ya lo saben todo.

Hay que darles su 'semana' o mesada de la que se quejan a diario
porque 'eso no me alcanza'.Si son universitarios, siempre inventan
unos paseos de fin de semana, que lo menos que uno sospecha es
que regresarán con un embarazo o habiendo fumado un pito de
marihuana.

Definitivamente estamos rendidos y la tasa de retorno se aleja cada
vez más, pues aún el dí­a en que consiguen un trabajo hay que seguir
manteniéndoles.

Me refiero a un segmento cada vez mayor de los chicos de capas
medias urbanas que bien pudieran estar entre los 16 y los 24 años
y que para aquellos padres que tienen de dos a cuatro
hijos, constituyen un verdadero dolor de cabeza.

¿En qué estamos fallando?

Para los nacidos en los cuarenta y cincuenta, el orgullo reiterado es
que se levantaban de madrugada a ordeñar las vacas con el abuelo;
que tení­an que limpiar la casa; que lustraban sus zapatos; algunos
fueron limpiabotas y repartidores de diarios;
otros llevábamos al taller de costura la ropa que elaboraba nuestra
madre o tení­amos un pequeño salario en la iglesia en donde
ayudábamos a oficiar la misa cada madrugada.

Lo que le pasó anuestra generacion es que elaboramos un discurso
que no dio resultado: '¡Yo no quiero que mi hijo pase los trabajos
que yo pasé!'.

Usted por que tiene lo que tiene… Por que le costo esfuerzo…
sacrificios, y así es que se aprende a valorar los esfuerzos de los
padres y no acostumbrar a nuestros hijos a recibir todo por
obligación.

Nunca conocieron la escasez, se criaron desperdiciando,
a los 10 años ya habí­an ido a Disney World 2 veces, cuando
nosotros a los 20 no sabí­amos lo que era tener un pasaporte.

El 'dame' y el 'cómprame' siempre fue generosamente complacido
y ellos se convirtieron en habitantes de una pensión con todo
incluido, (TV, DVD, Equipo de Sonido, Internet y comer en la
cama, recogerle el reguero que dejan porque siempre se les hace
tarde para salir…) y luego pretendemos que fuera un hogar o
exigir o preguntarnos, por qué nuestros hijos se aíslan, no
comparten con nosotros, cualquier cosa es mejor que sus padres
o una actividad familiar… Quién les suministró todo eso a
nuestros hijos… NOSOTROS MISMOS, SOLITOS Y SABIENDO
QUE NO ESTABA BIEN.

Al final se marchan al exterior a la conquista de una pareja, y
vuelven al hogar divorciados o porque la cosa 'se les aprieta'
en su nueva vida.

Los que tienen hijos pequeños, pónganlos los domingos a lavar
los carros y a limpiar sus zapatos y a ganarse las cosas.

Un pago simbólico por eso puede generar una relación en sus
mentes entre trabajo y bienestar. Las hijas mujeres deben
desde temprano aprender a manejar el hogar para que entiendan
la economí­a doméstica en tiempos que podrí­an ser más difí­ciles,
y porque ellas tienen una conciencia más amplia del orden y la
prosperidad del hogar.

La música metálica, los conciertos, la tele, la moda y toda la
electrónica de la comunicación han creado un marco de referencia
muy diferente al que nos tocó, y ellos se aprovechan de nuestra
supuesta desinformación para salirse con la suya.

Estamos forzados a revisar los resultados, si fuimos muy
permisivos o si sencillamente hemos trabajado tanto, que el
cuidado de nuestros hijos queda en manos de las domésticas
y en un medio ambiente cada vez mas deformante y,
supuestamente por nuestro cargo de conciencia de no tener
mucho tiempo con ellos, lo subsanamos con cosas materiales...

LES ENSEÑAMOS MAS EL "TENER" QUE EL SER...
Y DESPUES NO ENTENDEMOS ¿PORQUE SON ASI?

NO LES DES DINERO... DALES DE "TU TIEMPO"
QUE CON EL TIEMPO NOTARAS UNA MEJORA
GIGANTESCA QUE NO SE PUEDE COMPRAR CON
NINGUNA CANTIDAD DE EFECTIVO.

NO, HOY NO TE PREOCUPES.... OCUPATE HOY.

jueves, 20 de mayo de 2010

Ministerio de Educación

El amor que les tenemos a nuestros hijos nos lleva muchas veces
a cegarnos y a olvidar lo que los hará felices a la larga. Es muy
común en estos tiempos que los padres de familia, sobre todo los
de ciertos recursos económicos, les construyan un mundo irreal,
sacado de un cuento de Walt Disney.

Cuando más tarde que temprano, el cuento termina, nuestros
hijos se enfrentan a un mundo que desconocen, que no
comprenden, lleno de trampas y callejones sin salida, que no
saben sortear, y las consecuencias son peores a las que
quisimos evitar.

Hace tiempo la imagen de un padre con lágrimas en los ojos
conmovió profundamente al mundo entero.

Pelé, el gran ídolo del fútbol de los últimos tiempos, quien a
diferencia de otras ocasiones, dio una de las ruedas de prensa
más tristes y dolorosas de su vida: Su hijo, Edson de 35 años,
fue arrestado junto a 50 personas más en la ciudad de
Santos-Brasil.

El hijo de Pelé fue acusado de asociación delictiva con
narcotraficantes y puede ser condenado a 15 años de cárcel.
Con lágrimas en los ojos, el ex futbolista brasileño
admitió públicamente que su hijo resultó involucrado en una
pandilla de traficantes de cocaína arrestados por la policía,

Pelé dijo a los medios: 'como cualquier padre, es triste ver a
tu hijo metido en grupos como ése y ser arrestado, pero él
tendrá que sufrir las consecuencias'.

Y agregó, 'desafortunadamente, yo quizás estaba demasiado
ocupado y no me di cuenta. Es lamentable, porque yo siempre
he peleado contra las drogas y no noté lo que pasaba en mi
propia casa'.

Pelé es un personaje mundial admirable como deportista y
hombre honesto que no perdió su humildad como otras figuras
del deporte. Sin embargo, es triste que un hombre bueno y
talentoso como él, se haya 'distraído' en su jugada más
importante: La formación de sus hijos.

La historia de Pelé no es un hecho aislado. Por desgracia es la
vida de cientos de padres de familia de estas épocas atrapados
en una agenda saturada de trabajo y fuera de casa. Papás que
compensan la falta de atención a sus hijos con bienes materiales.

Los inscriben en las mejores escuelas, los rodean de lujos y
comodidades y piensan que con eso ya cumplieron con su tarea
de padres, cuando lo único que han logrado es formar niños que
desconocen el hambre, y tiran lo que no les gusta. Hijos tiranos,
pequeños monstruos insoportables y prepotentes que sufrirán y
harán sufrir a sus semejantes porque desde pequeños se han
salido con la suya.

Muchachitos que creen que sentir frío o calor es cuestión de aire
acondicionado, que el cansancio que han sentido se limita a caminar
unas cuadras porque no hallaron estacionamiento frente a la
discoteca, jovencitos que piensan que el trabajo de los padres es
firmar cheques para que ellos tengan todo lo que se les antoja.

¿Qué posibilidades tienen nuestros hijos de convertirse en
hombres y mujeres de bien, si los papás les damos todo y no les
educamos la voluntad?

¿Qué hijos estamos formando si con nuestra actitud les
mostramos que el dinero es lo más importante en la vida?

Confucio decía 'Educa a tus hijos con un poco de hambre y un poco de frío'.

'Proverbios' señala 'Corrige a tus hijos'.

Cuánto bien hacen los padres a los hijos cuando ponen esa
máxima tan sencilla en práctica.

Y cuánto daño les hacen al ponerles todo en bandeja de plata.

Hay muchas realidades que como padres quisiéramos desaparecer;
el sufrimiento de los hijos, el exceso de sudor, de esfuerzo, y las
carencias económicas.

Sin embargo, quizás esas realidades no los hagan felices de momento,
pero a la larga puedan forjarlos como hombres y mujeres de bien.

Ojala que más padres de familia tengan la inquietud de enterarse
por dónde andan sus hijos.

Que no les vaya a pasar que cuando tengan tiempo deban decir:
'Estaba demasiado ocupado y no me di cuenta'.

Papá, Mamá No te Preocupes... OCUPATE!

domingo, 16 de mayo de 2010

Para Reflexionar

El día que me veas mayor y ya no sea yo, ten paciencia e intenta entenderme.

Cuando, comiendo, me ensucie; cuando no pueda vestirme: ten paciencia.
Recuerda las horas que pasé enseñándotelo.

Si, cuando hablo contigo, repito las mismas cosas, mil y una veces, no me interrumpas y escúchame.

Cuando eras pequeño, a la hora de dormir, te tuve que explicar mil y una veces el mismo cuento hasta que te entraba el sueño.

No me avergüences cuando no quiera ducharme, ni me riñas. Recuerda cuando tenía que perseguirte y las mil excusas que inventaba para que quisieras bañarte.

Cuando veas mi ignorancia sobre las nuevas tecnologías, te pido que me des el tiempo necesario y no me mires con tu sonrisa burlona...

Te enseñé a hacer tantas cosas... Comer bien, vestirte... Y como afrontar la vida. Muchas cosas son producto del esfuerzo y la perseverancia de los dos.

Cuando en algún momento pierda la memoria o el hilo de nuestra conversación, dame el tiempo necesario para recordar. Y si no puedo hacerlo, no te pongas nervioso, seguramente lo más importante no era mi conversación y lo único que quería era estar contigo y que me escucharas.

Si alguna vez no quiero comer, no me obligues.
Conozco bien cuando lo necesito y cuando no.

Cuando mis piernas cansadas no me dejen caminar...

...dame tu mano amiga de la misma manera en que yo lo hice
cuando tu diste tus primeros pasos.

Y cuando algún día te diga que ya no quiero vivir, que quiero morir, no te enfades.
Algún día entenderás que esto no tiene nada que ver contigo, ni con tu amor, ni con el mío.

Intenta entender que a mi edad ya no se vive, sino que se sobrevive.

Algún día descubrirás que, pese a mis errores, siempre quise lo mejor para ti y que intenté facilitar el camino que tu debías andar.

No debes sentirte triste, enfadado o impotente por verme de esta manera.
Debes estar a mi lado, intenta comprenderme y ayúdame
como yo lo hice cuando tú empezaste a vivir.

Ahora te toca a ti acompañarme en mi duro caminar.
Ayúdame a acabar mi camino, con amor y paciencia.
Yo te pagaré con una sonrisa y con el inmenso amor que siempre te he tenido.

Te quiero hijo
Tu padre, tu madre, tus abuelos...

martes, 11 de mayo de 2010

Reflexionar

Parece que los padres estamos fallando en el proceso de separación,
individualidad y ayuda a los hijos a crear su propia independencia.
A eso se le podría llamar COMPLEJO DE MAMA GALLINA.

Es curioso, lo que pasa es que confundimos lo que es el amor y nos dedicamos a hacer felices a nuestros hijos, a cumplirles sus caprichos, a resolverles la vida y no
pensamos en prepararlos para una vida dura, así que
nuestros hijos nunca aprenderán a ganarse la vida y a ser autosuficientes.

A eso se le llama hacerlos DEPENDIENTES E INUTILES.

Cada día los hijos pretextan su ayuda en las labores del hogar alegando
que su única responsabilidad es el estudio, pero lo demás depende totalmente de sus padres.

A eso se le llama ser MANTENIDO.

En aras de una felicidad mal entendida queremos
llenarlos de cosas materiales, se les compra la mejor ropa o los tenis mas caros,
estudian en escuelas particulares, dinero para las discotecas, dinero para sus gastos,
un carro si es posible, sin mencionar otros “compromisos económicos que ellos hacen”;
los cuales no se ganan y lo más grave ellos piensan que es tu obligación.

A eso se le llama ALCAHUETERIA.

Te sacrificas en todos los sentidos para que tus hijos tengan lo mejor y nunca les quedas
bien y lo que recibes por parte de ellos es: EXIGENCIAS Y EGOISMO.

Les hemos dado tanto, que se creen Merecedores de todo.
No te piden… TE EXIGEN.

Les hemos dado tanta atención que se sienten el centro del universo, cargados de egoísmo creen que el mundo debe de girar a su alrededor y que lo único valioso, importante y primordial,
son ellos.
No les hacemos conciencia de su papel como individuos responsables.
Si yo como madre o padre cumplo con el compromiso de cubrir sus necesidades personales, de salud y escolares….

Ellos tienen que cumplir con el compromiso de sacar
buenas calificaciones y colaborar en el hogar.

¿Qué está pasando con las nuevas generaciones?

Si miramos un poco hacia atrás y revisamos los años lejanos o cercanos a nuestra juventud,
todo era muy diferente.

No tenías teléfono celular… y no pasaba nada.

No tenías computadora… y te fletabas a mano.

Te conformabas con la ropa que te podían comprar y no por eso te sentías diferente ni descalificado por no usar la marca X ó Z.

Si te llamaban la atención, te negaban un permiso o te daban un coscorrón, de ninguna manera le faltabas el respeto a tu papá, ni mucho menos lo amenazabas.

Si te ibas a una tardeada, fiesta o reunión, te comprometías a regresar a una hora determinada, que tenías que cumplir te gustara o no, de lo contrario no había permiso para la siguiente.

Y eso no era motivo para emitir gritos, zapatazos y azotones de puerta, chantajes o tener durante una semana sonrisas fingidas o caras molestas.

En ese tiempo existía un valor muy importante que nos
enseñaron desde pequeños, se llamaba:
RESPETO.

Ahora no se conoce, no existe, no sabemos en que lugar estará o detrás de que mueble lo escondimos para que nuestros hijos no lo encuentren y mucho menos lo practiquen.

Había valores que eran preponderantes: uno era el orden,
el otro la disciplina y otro la obediencia.

Hoy en día, algunos padres no ayudan a la tarea,
si no que la hacen completa, y habiendo tanto libro e información a la mano,
además te la buscan, lo único que les falta es ir a presentar el examen en el salón de clase.

Y todo este circo para que el chico no haga berrinche y no sufra una deshidratación a causa de sus lágrimas y lo más triste …..
“para mantener la paz social en el hogar”, donde la solvencia y la autoridad de los padres hace
mucho tiempo no existen.

Y qué decimos del hogar, donde para evitar conflictos y discusiones, como ya no funciona aquel
estribillo de:
Jorgito a la una, Jorgito a las 2, Jorgito a las dos y cuarto como si fuéramos reloj.
O el clásico "voy a contar hasta diez“
va una, van dos...

Nos convertimos en el cómplice de nuestros hijos.

Eso sí, con la boca callada para no caerles gordos con tanta habladera y no les permitimos a nuestros niños que se desgasten ni siquiera recogiendo sus propios tiraderos.

Total para qué (pensamos), ellos por qué, si no tienen culpa alguna
de mis problemas, ellos no pidieron nacer.

En aquellos tiempos no te sobreprotegían, ni te solucionaban los problemas, tenías libertad
hasta para cometer errores, lo cual te llevó a desarrollar un sentido de
responsabilidad y de identidad.

Eso se llama CRECER.

Dentro de este proceso de crecimiento no estaban exentos un coscorrón, un cinturonazo o una que otra nalgada bien puesta, mismas que a nadie le ocasionó ningún trauma,
por tratar de que obedecieras y aprendieras.

En aquellos tiempos la voz de tu padre se escuchaba con respeto, las
órdenes de mamá se acataban sin protestar y los consejos de ellos
no eran catalogados como cantaletas, rollos o monsergas.

Ni le decías a tu mamá "ya cállate“ o el famoso “si, hombre, si”

En aquellos tiempos los padres ponían los límites, las reglas y las condiciones y no tenían miedo de que el hijo o la hija les dijeran: es que aquí no me comprenden, la onda es diferente, no me dejan ser, tu no te metas, tu de que hablas, tu eres peor, o el típico "me voy de la casa“

¿Pues adonde te ibas a ir que te trataran mejor que en tu casa?

En aquellos tiempos los padres no tenían miedo
de llamarte la atención y "que te enojaras".

Total que tenías dos costos enojarte y volverte a contentar.

En aquellos tiempos si no querías comer, te quedabas con hambre, porque no te daban dinero para comprar porquerías en la tienda de la esquina. Además para qué, si la mamá se levantaba temprano a prepararte el desayuno o tu lunch.

En aquellos tiempos tus padres no justificaban tus malas calificaciones, ni tu mal comportamiento en la escuela, ni la falta de respeto a los maestros, ni tu falta de colaboración y apoyo en tu casa.

En aquellos tiempos el padre o la madre decía no.
Y no, quería decir NO.

En aquellos tiempos la figura materna o paterna era muy diferente a la actual,
en aquellos tiempos el amor, el respeto y la consideración… No daban cabida a los actuales calificativos: Mi papá está loco, ya está chocho, es un egoísta, está neurótico,
es un frustrado, y quien sabe cuántos calificativos más.

Mismos que me causan una gran pena, no sé si
por quien los emite o por quien los recibe.

¿Que vamos a hacer con los hijos de hoy?:
Egoístas, aprovechados, dependientes, irresponsables, irrespetuosos, groseros, estafadores económicos y emocionales.

Si no les das dinero, inventan y te lo sacan o si pueden te lo roban, o de plano se enojan.
Si no les das permiso de salir, se enojan o les vale un verdadero sorbete y se salen.
Si los reprendes te responden y no te escuchan,
Si tratas de buscarlos, te apagan el celular.
Si sacan malas calificaciones, no les importa, total su papá es el que paga.

Enséñales a ganar su propio dinero con honestidad, para que sepan lo que cuesta administrarlo y disfrutarlo.
Enséñales a valorar la oportunidad del estudio, no todas las personas
tienen el privilegio de prepararse, tener una profesión y formar un plan de vida equilibrado.

Enséñales a respetar a sus semejantes para que cuando
tengan su pareja la sepan cultivar y procurar.

La igualdad entre hombres y mujeres no es faltarse al respeto,
ni tener jerarquías ventajosas.

Enséñales a formar su escala de valores que los harán seres humanos
de bien, útiles a su familia y a la sociedad.

Hazles conciencia que los valores no han pasado
de moda ni son piezas de museo.

Enséñales a quererse a sí mismos para que cuando tengan sus hijos,
los amen y eduquen.

Para que tengan credibilidad en la relación de pareja.

Piensa …
¿Qué vas a querer a cambio de un abrazo?

DESPIERTA!

Vamos a ponernos las pilas, hagamos de nuestra escala de valores un estandarte, para que nuestros hijos aprendan lo que es el respeto, el compromiso, la honestidad, la humildad, la cortesía, la prudencia, la generosidad, el agradecimiento; y,
la nobleza de corazón…

Que los hará unos seres humanos de excelencia
DESPUES DE TODO NO ES TAN DIFICIL,
PRUEBA Y VERAS.

FELIZ DIA DE LAS MADRES!!!!!

jueves, 6 de mayo de 2010

Prudencia

Fui criado con principios morales comunes.

Cuando niño, los ladrones tenían la apariencia de ladrones, y nuestra única preocupación en relación a la seguridad era que los acomodadores de los cines nos expulsaran debido a los golpes que dábamos en el suelo con los pies cuando ponían música que no correspondía, al inicio de los filmes, en las matinés del domingo.

Madres, padres, abuelos, tíos, vecinos, profesores, todos eran personas dignas de respeto y consideración.

Cuanto más próximos o más viejos, más afecto.

Inimaginable responder maleducadamente a policias, maestros,
ancianos, o a las autoridades.

Confiábamos en los adultos porque todos eran padres y madres de todos los muchachos y muchachas de la cuadra, del barrio, de la ciudad.

Teníamos miedo apenas de lo oscuro, de los sapos, de filmes de terror.

Hoy siento una tristeza infinita por todo lo que perdimos.

Por todo lo que mis nietos un día temerán.

Por el miedo en la mirada de los niños, jóvenes, viejos.

Matar a los padres o a los abuelos, violar niños, secuestrar, robar, engañar, poner la trampa. Todo, no importa cuán grave sea, termina en la banalidad de noticias policiales olvidadas después del primer intervalo comercial.

Policías que persiguen malhechores están aplicando “abuso de autoridad”.

Agentes de tránsito multando infractores, no son más que explotadores, funcionarios de la industria de las multas.

Regalías en presidios son materia votada en reuniones.

Derechos humanos para criminales, y sólo deberes ilimitados para ciudadanos honestos, son leyes nacionales.

No tomar ventaja es ser pendejo.

Pagar puntualmente las deudas es cosa de idiotas, pero no lo es la amnistía para los estafadores.

Ladrones de traje y corbata, asesinos con cara de ángel, pedófilos de cabellos blancos.

¿Qué pasó con nosotros?

Profesores maltratados en las aulas, comerciantes amenazados por traficantes, rejas en nuestras ventanas y puertas.

Profesores que no concurren a dictar sus clases.

¡Niños muriendo de hambre!

¿Qué valores son ésos?

Autos que se valoran más que abrazos, e hijos que los quieren como regalo por haber salvado el año.

Celulares en las mochilas de los recién salidos de los pañales.

TVs, DVDs, videojuegos...

¿Qué vas a pedir a cambio de un abrazo, hijo mío?

Más vale un Armani que un diploma.

Más vale una pantalla gigante que una conversación.

Más vale un maquillaje que un helado.

Más valen dos centavos que la alegría de un gusto logrado.

¿Qué hogares son ésos?

Padres, ausentes. Jóvenes, ausentes. Hijos en busca de sus padres, Droga presente.

¿Qué es aquello?

¿Cuándo fue que todo desapareció o se hizo ridículo?

¿Cuándo fue que olvidé el nombre de mi vecino?

¿Cuándo fue que miré, sin sentir vergüenza, a los ojos de quién me pide ropa, comida o calzado?

¿Cuándo fue que empecé a tener miedo cuando un niño se me acerca a pedir una ayuda?

¿Cuando fue que me cerré?

Quiero de vuelta mi dignidad y mi paz.

Quiero de vuelta la ley y el orden.

¡Quiero libertad, fraternidad, seguridad!

¡Quiero sacar las rejas de mi ventana, para poder tocar las flores!

Quiero sentarme en el porche o en el patio de mi casa,
y tener la puerta abierta en las noches de verano.

Quiero la honestidad como motivo de orgullo.

Quiero la rectitud de carácter, la cara limpia y la mirada a los ojos.

Quiero la vergüenza y la solidaridad.

Quiero esperanza y alegría.

Quiero para todos, techo, comida en la mesa y salud a millón.

¡VIVA el “SER”!

Y viva el retorno de la verdadera vida, simple como una gota de lluvia, limpia como un cielo de abril, leve como la brisa de la mañana!

Y definitivamente común, como yo.

¡Abajo el “TENER” Material!

¿A tener el amor, la solidaridad y la fraternidad como bases?

¿La indignación ante la falta de ética, de moral o de respeto?

¿A disentir de lo absurdo? ¡¡¡SI!!!

Adoro mi mundo simple y común, pero maravilloso.

¿Podremos volver a ser aquella buena GENTE?

Quiero construir un mundo mejor, más justo, más humano, donde las personas respeten a las personas.

¿Utopía?

¡No!

Simplemente es posible si usted y yo hiciéramos nuestra parte
y “contamináramos” a más personas,
y esas personas “contaminaran” a más personas.

Unidos se consigue tanto!!!!!

martes, 4 de mayo de 2010

Tu Mente Poderosa

Una vieja leyenda hindú habla de una época en la cual todos los hombres eran dioses. Pero emplearon mal su divinidad, tanto que Brahma, el maestro de los dioses, decidió quitarles la capacidad divina y ocultarla en un lugar donde sería imposible que la encontraran. Así, el mayor problema era encontrar un escondite.

Cuando convocaron a los dioses de menor importancia para consultar cómo solucionar este problema, propusieron: "Enterremos la divinidad del hombre en la tierra." Pero Brahma contestó: "No, eso no es suficiente, porque el hombre cavará y la encontrará."

Entonces los dioses respondieron: "En ese caso, arrojemos la divinidad en el más profundo de los océanos."

Pero Brahma replicó: "No, porque tarde o temprano, el hombre explorará las profundidades de todos los océanos, y es seguro que un día la encontrará y la llevará con él a la superficie.

"Entonces los dioses de menor importancia concluyeron: "No sabemos dónde ocultarla, porque tanto en la tierra como en el mar no parece existir un lugar en donde el hombre no pueda alcanzarla algún día."

Entonces Brahma supo: "Aquí, lo que vamos a hacer con la divinidad del hombre es ocultarla en lo más profundo de sí mismo, porque este es el único lugar en donde él nunca pensará en buscarla."

Desde ese tiempo, concluye la leyenda, el hombre se volcó hacia la tierra, la exploró, escaló, se sumergió en ella y la cavó, en búsqueda de algo que estaba dentro de sí mismo.