jueves, 20 de mayo de 2010

Ministerio de Educación

El amor que les tenemos a nuestros hijos nos lleva muchas veces
a cegarnos y a olvidar lo que los hará felices a la larga. Es muy
común en estos tiempos que los padres de familia, sobre todo los
de ciertos recursos económicos, les construyan un mundo irreal,
sacado de un cuento de Walt Disney.

Cuando más tarde que temprano, el cuento termina, nuestros
hijos se enfrentan a un mundo que desconocen, que no
comprenden, lleno de trampas y callejones sin salida, que no
saben sortear, y las consecuencias son peores a las que
quisimos evitar.

Hace tiempo la imagen de un padre con lágrimas en los ojos
conmovió profundamente al mundo entero.

Pelé, el gran ídolo del fútbol de los últimos tiempos, quien a
diferencia de otras ocasiones, dio una de las ruedas de prensa
más tristes y dolorosas de su vida: Su hijo, Edson de 35 años,
fue arrestado junto a 50 personas más en la ciudad de
Santos-Brasil.

El hijo de Pelé fue acusado de asociación delictiva con
narcotraficantes y puede ser condenado a 15 años de cárcel.
Con lágrimas en los ojos, el ex futbolista brasileño
admitió públicamente que su hijo resultó involucrado en una
pandilla de traficantes de cocaína arrestados por la policía,

Pelé dijo a los medios: 'como cualquier padre, es triste ver a
tu hijo metido en grupos como ése y ser arrestado, pero él
tendrá que sufrir las consecuencias'.

Y agregó, 'desafortunadamente, yo quizás estaba demasiado
ocupado y no me di cuenta. Es lamentable, porque yo siempre
he peleado contra las drogas y no noté lo que pasaba en mi
propia casa'.

Pelé es un personaje mundial admirable como deportista y
hombre honesto que no perdió su humildad como otras figuras
del deporte. Sin embargo, es triste que un hombre bueno y
talentoso como él, se haya 'distraído' en su jugada más
importante: La formación de sus hijos.

La historia de Pelé no es un hecho aislado. Por desgracia es la
vida de cientos de padres de familia de estas épocas atrapados
en una agenda saturada de trabajo y fuera de casa. Papás que
compensan la falta de atención a sus hijos con bienes materiales.

Los inscriben en las mejores escuelas, los rodean de lujos y
comodidades y piensan que con eso ya cumplieron con su tarea
de padres, cuando lo único que han logrado es formar niños que
desconocen el hambre, y tiran lo que no les gusta. Hijos tiranos,
pequeños monstruos insoportables y prepotentes que sufrirán y
harán sufrir a sus semejantes porque desde pequeños se han
salido con la suya.

Muchachitos que creen que sentir frío o calor es cuestión de aire
acondicionado, que el cansancio que han sentido se limita a caminar
unas cuadras porque no hallaron estacionamiento frente a la
discoteca, jovencitos que piensan que el trabajo de los padres es
firmar cheques para que ellos tengan todo lo que se les antoja.

¿Qué posibilidades tienen nuestros hijos de convertirse en
hombres y mujeres de bien, si los papás les damos todo y no les
educamos la voluntad?

¿Qué hijos estamos formando si con nuestra actitud les
mostramos que el dinero es lo más importante en la vida?

Confucio decía 'Educa a tus hijos con un poco de hambre y un poco de frío'.

'Proverbios' señala 'Corrige a tus hijos'.

Cuánto bien hacen los padres a los hijos cuando ponen esa
máxima tan sencilla en práctica.

Y cuánto daño les hacen al ponerles todo en bandeja de plata.

Hay muchas realidades que como padres quisiéramos desaparecer;
el sufrimiento de los hijos, el exceso de sudor, de esfuerzo, y las
carencias económicas.

Sin embargo, quizás esas realidades no los hagan felices de momento,
pero a la larga puedan forjarlos como hombres y mujeres de bien.

Ojala que más padres de familia tengan la inquietud de enterarse
por dónde andan sus hijos.

Que no les vaya a pasar que cuando tengan tiempo deban decir:
'Estaba demasiado ocupado y no me di cuenta'.

Papá, Mamá No te Preocupes... OCUPATE!

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