domingo, 8 de diciembre de 2013
Usando la Inteligencia
Una tarde la gente del barrio vió a una viejita
(muy conocida en el lugar) buscando algo en
la calle frente a su muy humilde casa.
Todos se acercaron a la pobre anciana.
¿Qué pasa? le preguntaron.
¿Qué estás buscando?.
Perdí mi aguja, dijo ella.
Y todos la ayudaron a buscarla.
Pero alguien le dijo:
Disculpa, anciana, la calle es larga, pronto
no habrá luz. Una aguja es algo muy pequeño,
¿por qué no nos dices exactamente dónde
se te cayó?.
Dentro de mi casa, respondió ella.
-Pero! ¿Te has vuelto loca? le gritó la gente. Si
la aguja se te cayó dentro de tu casa,
¿por qué la buscas aquí fuera?
-Porque aquí hay luz y dentro de la casa no hay.
-Pero aún habiendo luz, ¿cómo podemos encontrar
la aguja si no es aquí donde la has perdido?
Lo correcto sería llevar una lámpara a la casa y
buscarla allí.
Y la ancianita se rió.
¡Son ustedes tan inteligentes para las cosas pequeñas!
¿Cuándo van a utilizar esta inteligencia para encontrar
su propia vida interior? En el tiempo que los conozco
los he visto siempre infelices, intentado cubrir su
infelicidad con cosas exteriores, buscando afuera lo
que sé por mi propia experiencia, que se encuentra
dentro de ustedes mismos...
¡¡¡Usen su inteligencia!!!.
¿Por qué buscan la felicidad en el mundo exterior?
¿Acaso la han perdido allí?
Todos los allí presentes quedaron quietos, pensativos
y sin palabras;
y la viejita, con una sonrisa, desapareció dentro de
su casa, cantando....
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