sábado, 19 de junio de 2010

La Prosperidad

Una vez un grupo de tres hombres se perdieron en la montaña y
había solamente una fruta para alimentarlos a los tres,
quienes casi desfallecían de hambre.

Se encontraron entonces al Gran Maestro y les dijo que probaría
su sabiduría y que dependiendo de lo que mostraran les ayudaría.

Les preguntó entonces el Gran Maestro qué podían pedirle para
arreglar aquel problema y que todos se alimentaran.

El primero dijo: "Pues aparece mas comida".

El Gran Maestro contestó que era una respuesta sin sabiduría, pues
no se debe pedir a alguien que aparezca mágicamente la solución a
los problemas sino trabajar con lo que se tiene.

Dijo el segundo: "Entonces haz que la fruta crezca para que
sea suficiente".

A lo que el Gran Mestro contestó que no, pues la solución no es pedir
siempre multiplicación de lo que se tiene para arreglar el problema,
pues el ser humano nunca queda satisfecho y por ende nunca sería
suficiente.

El tercero dijo entonces: "Mi buen Maestro, aunque tenemos hambre
y somos orgullosos, haznos pequeños a nosotros para que la fruta nos
alcance".

El Gran Maestro sonrió y dijo: "Has contestado bien, pues cuando el
hombre se hace humilde y se empequeñece, verá la prosperidad".

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Saben, se nos enseña casi siempre, a que otros arreglen los problemas
o a buscar la salida fácil, siempre pidiendo algún milagro que arregle
todo sin nosotros cambiar o sacrificar nada.

Por eso muchas veces parece que él no nos escucha pues pedimos
sin dejar nada de lado y queriendo siempre salir ganando.

Muchas veces somos egoístas y siempre queremos de todo para
nosotros.

Seremos felices el día que aprendamos que la forma de pedir es
reconocernos débiles, y ser humildes dejando de lado nuestro orgullo.

Y veremos que al mostrar humildad y sinceridad seremos
escuchados y llegará la prosperidad.

2 comentarios:

Raquel Gulías dijo...

Me ha gustado mucho tu post.

Raquel Gulías dijo...

Me ha gustado mucho tu post.